El Parque de Atracciones de Madrid ha sido el escenario elegido por el grupo Mocedades para decir adiós a 15 triunfales años de música. Cuando Amaya dijo que se retiraban, al comienzo del recital, un aplauso mitad admirativo y mitad nostálgico rompió por un momento el monótono sonar de los caballitos, la montaña rusa y la tómbola. Con ellos se despide también toda una época de la canción comercial española. Mocedades fue un fenómeno que resultará irrepetible, porque las condiciones en que se han desarrollado tampoco van a volver a repetirse.Cuando Mocedades nació comenzaba a descubrirse en España el folk y sus significados. Atrás habían quedado los cantantes melódicos, los primeros grupos pop y los vocalistas con carro. El ejemplo de la música americana de origen folklórico llegaba con cuentagotas, marcado por una censura no sólo política, sino también industrial, que hacía que lo que se conocía fueran sus aspectos superficiales: grupos vocales que interpretaban canciones con sonido acústico y contenido ligeramente testimonial. Mocedades aprendieron de ellos y en 15 años desarrollaron un estilo que se inclinó pronto por la parte más comercial.
En ello ha consistido su mayor virtud, que les condujo al éxito y a las grandes ventas, pero también los sumergió en una indefinición que les ha impedido más altos vuelos creativos, a pesar de su buena voluntad de la excelente voz de su cantante.