En tus pregones traes la mar,
llevas la lluvia en tu morral,
En tu mirada niños hay,
tú sí que sabes navegar.
Llama a mi puerta, te he de dar
siete cuchillos que afilar,
siete pretextos para hablar,
pan de centeno y un hogar.
Estribillo
Rueda que rueda tu rodar,
hierro forjado haces brotar
miles de estrellas de metal
y allá a lo lejos canta el mar.
Aventurero de la mar
se te ha olvidado navegar.
Eres remero, eres fugaz,
eres gorrión sin anidar.
Estribillo
En tus pregones traes la mar,
llevas la lluvia en tu morral,
En tu mirada niños hay,
tú sí que sabes navegar.
Llama a mi puerta, te he de dar
siete cuchillos que afilar,
siete pretextos para hablar
pan de centeno y un hogar.
Dieron las doce en su mirada,
con la alborada yo le dejé.
Él abrazado a su melodía,
yo a mi silencio pensando en él.
Él abrazado a su melodía,
yo a mi silencio pensando en él.
Era tan grande como su orgullo
pero pequeño, tierno a la vez.
Yo le temía por su grandeza
pero adoraba su pequeñez.
Yo le temía por su grandeza
pero adoraba su pequeñez.
Ese poeta sentado al piano,
cuerpo encorvado entero vi,
dice llamarse Ludwing Van Beethoven,
dejadlo él sólo quiere escribir.
Dice llamarse Ludwing Van Beethoven,
dejadlo él sólo quiere escribir.
Dieron las doce en su mirada.
Dieron las doce en su mirada.
Dieron las doce en su mirada.
Dieron las doce en mi mirada.
Dieron las doce en mi mirada.
Dieron las doce en mi mirada
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Mulowa Kasemene Mukusa mesa Kamuriê
Mulowa ami ni tvhamiê tchahua
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Mulowa Kasemene Mukusa mesa Kamuriê
Mulowa ami ni tvhamiê tchahua
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Mulowa Kasemene Mukusa mesa Kamuriê
Mulowa ami ni tvhamiê tchahua
Uélêlê, mama Uásasamluha à mukuata Kô n’bunguê
Uélêlê, mama Uélêlê, mama
Uélêlê, mama Uélêlê, mama
Uélêlê, mama Uélêlê, mama
Uélêlê, mama Uélêlê, mama
Uélêlê, mama Uélêlê, mama
Uélêlê, mama Uélêlê, mama
Mocedades, Duo Ouro, Muiowa (Mulowa)
África, Angola, En Directo, España, Europa, Versión Añadir comentarios
Hoy el escribir, se ha convertido en un recuerdo, grato recuerdo, de una infancia, donde siempre primó la cultura, pero en su más amplio sentido de la palabra. Voy por partes y que nadie piense que soy “Jack El Destripador” . Esta mañana mientras tenía una de esas “peleítas” por algo mal hecho, por parte de alguien, y que va contra mi salud; recordé no sé el porqué, un “vinilo” de Mocedades, que está en casa de mi madre.
Ese vinilo creo que es de los primeros que yo escuché, tranquilamente, y siendo una “enana”, había una canción que siempre me llamó la atención, la cantaba el desaparecido “Roberto Uranga“, como voz solista, y era puro ritmo africano, el nombre hasta de él me acordaba “Mulowa“.. pero siempre también tuve la curiosidad, saber de donde provenía aquella melodía netamente africana. Después de los años, muchos años, hoy dí con la respuesta. Y cuidado que escuché veces el “Mulowa” bendito (me río simplemente porque no hay nada como tener un ordenador y acceso a la información); deshecho el entuerto del “Mulowa” que desde luego muy desencaminada no estaba, es una canción angoleña, (un poco africana); pero adaptada a “Mocedades”, vamos que no fueron ellos los que “inventaron la pólvora” (que nadie lo lea con desprecio, más bien es que la ignorancia es un mal camino).
Primero escucháis a Mocedades, a todos ellos y en particular al desaparecido “Roberto“, y veréis que el ritmo, dá para pensar, que “africana” debería ser .. , la versión de “Muiowa” , es creo una de las primeras separaciones, de “Mocedades” tantas tuvieron que es para perderse en el tiempo (yo más que nadie por despiste)
Después de visto lo visto, porque al márgen de escucharles, también los vi en tv ni se sabe la de veces, el traje de “Amaya” me llamaba la atención por una particularidad, aunque las imágenes son en blanco y negro me recordaba a los trajes que utilizan en África, llenos de colorido, muy amplios y con profusión de estampaciones.. ¡vamos que tenía casi todas las pistas!.
He aquí la sorpresa, los que cantaban desde el año “67″ más o menos “Muiowa” eran el “Duo Ouro Negro”, que si mi portugués no me engaña debe ser algo como “Dúo Petroleo” (dado que el “oro negro” es una manera de llamar al petróleo); según cuentan ellos en el vídeo, “Muiowa” es una canción tribal angoleña, que se utilizaba para controlar la respiración de las mujeres a la hora del parto. Me ha parecido tan curioso, que jamás llegaría a pensar, que el ritmo de esa canción, era la “imitación” del ritmo respiración y expulsión en un parto. “Muiowa” es la parturienta de gemelos. “Raul Indipwo” explica que los partos, al márgen de la madre, se forman círculos de más proximidad a las necesidades de una parturienta, las parteras (comadronas), las mujeres casadas ya con hijos, y las mujeres que ayudan con su ritmo a que la parturienta, tenga la respiración adecuada para un “parto” no complicado .. todavía no salgo de mi asombro. ; acompañado de “Milo MacMahon” ámbos angoleños.
Tener que pasar tantos años, para saber el significado de ese ritmo (por mi parte manda narices), y desde luego, nunca mejor aplicado el mestizaje, un grupo vasco “Mocedades“, cantando una canción tribal que ellos llamaron “Mulowa“, pero que el nombre real es “Muiowa“, compuesto por los angoleños “Duo Ouro“, es tanto como doblar el mapa y a lo mejor y con ayuda del Google Earths, y haciendo trampas casi se tocan, como el título de la obra de teatro “Los extremeños se tocan” de “Pedro Múñoz Seca“, y que para que este miércoles sea completo, a este autor teatral, le preguntó un crítico “Dígame el nombre de 5 hombres importantes a su juicio de la literatura española”, la contestación viniendo de quien venía fue la siguiente “Don Miguel de Unam-uno, Benito Pérez Gal-dos, Miguel de Cervan-Tres, Don Tor-Cuatro Luca de Tena, Don Ja-Cinco Benavente.”
Un abrazo para todos/as y hoy tocó recordar una canción que me perseguía y me persigue, en los momentos más estrambóticos de mi “peculiar” vida , siempre aparece una canción cuando hay una “bata blanca” de por medio.. es que ¡manda narices!, eso si después de saber el significado, optaría por contarles a los diversos Consejeros de Sanidad de todas las Comunidades Autónomas, que a lo mejor en vez de la “epidural” vendría bien que el “anestesista” de turno, se marcara el “Muiowa” ; ¿mañana? fijo que me choco con alguna canción y/o en medio de una “batalla mental” me acuerdo de alguna que escuchaba cuando era un “experimento” de “memori@” ¡qué pena tener perro, y no tener cadena! y como dice alguien ¡es preferible reír que llorar .. !
A mis soledades voy
De mis soledades vengo
Porque para estar conmigo
Me bastan mis pensamientos
No sé que tiene la aldea
Donde vivo y donde muero
Que con venir de mi mismo
No puedo venir más lejos
Ni estoy bien ni mal conmigo
Mas dice mi entendimiento
Que un hombre que todo es alma
Está cautivo en su cuerpo
Y entiendo lo que me basta
Y solamente lo entiendo
Como se sufre a sí mismo
Un ignorante soberbio
Dicen que antiguamente
Se fué la verdad al cielo
Tal la pusieron los hombres
Que desde entonces no ha vuelto
A mis soledades voy
De mis soledades vengo
Porque para estar conmigo
Me bastan mis pensamientos
Ven y sigue mi camino,
yo te llevaré
por un seto de espinos,
sin que nada roce tu piel.
Tú eres la mañana fresca, yo el atardecer;
tu piel es el rocío y yo tu fogata al anochecer.
Llévame mis penas,
que no me dejan caminar;
para ti ligeras,
en mí son años de llorar.
Dame tus quimeras,
que pronto te devolveré
quince primaveras,
con ellas puedes ser mujer.
Planta tus mañanas en mi atardecer,
verás como florecen con el sol de mi anochecer.
Tu semilla es fresca,
mi tierra ya es de ayer
pero la buena yerba
en arena puede crecer.
Llévame mis penas,
que no me dejan caminar;
para ti ligeras,
en mí son años de llorar.
Dame tus quimeras,
que pronto te devolveré
quince primaveras,
con ellas puedes ser mujer.
Planta tus mañanas en mi atardecer,
veras como florecen con el sol de mi anochecer.
Llévame mis penas,
que no me dejan caminar;
para ti ligeras,
para mí son años de llorar.
Dame tus quimeras,
que pronto te devolveré
quince primaveras,
con ellas puedes ser mujer.
Ven y sigue mi camino,
yo te llevaré
por un seto de espinos,
sin que nada roce tu piel.
Tú eres la mañana fresca, yo el atardecer;
tu piel es el rocío y yo tu fogata al anochecer.