La gira conjunta de Mocedades y Los Panchos pasaba ayer por Gijón y se sumaba a las fiestas de Begoña con su repertorio de canciones sentimentales de ayer, hoy y siempre.
La buena temperatura de la noche y la oportunidad de ver juntos en un escenario al grupo liderado por Izaskun Uranga y al trío especialista en boleros animó a cientos de gijoneses a acercarse hasta la playa para disfrutar del concierto.
A los vascos les tocó abrir fuego, que salieron a los acordes de su canción fetiche: ‘Eres tú’. Luego vendrían ‘Te quiero a ti’ y ‘Mi pequeño talismán’, antes del saludo a la ciudad .«Sabíamos que ibais a venir muchos, pero no tantos», dijo Izaskun antes de dar las buenas noches.
La única de las hermanas Uranga que sigue en el emblemático conjunto demostró desde su posición en el centro de la escena que sigue siendo algo más que una nostálgica empeñada en mantener con vida al grupo y, aunque la voz cantante femenina, la lleva su compañera Rosa Rodríguez, la fundadora de Mocedades marcaba la pauta.
Sonaron los deseos y reproches de ‘Tómame’ y el público agradeció uno de los temas más elocuentes en su letra, de las primeras de Mocedades: ‘La secretaria’.
Una suite de breves recuerdos por el repertorio del conjunto dio pie a viajar por la ‘Carretera del Sur’ y al éxtasis de ‘Dónde estás corazón’, coreado y jaleado por el público.
Los Panchos y Mocedades ofrecieron una actuación como hecha a medida para satisfacer el gusto de los espectadores con los éxitos que más han calado en la memoria popular. El público, por su parte, ya los había arropado con su complicidad desde que los dos históricos conjuntos salieron a las tablas. La Semana Grande vivía así una auténtica verbena de lujo en la noche previa a los fuegos que los playos tardarán seguramente mucho en olvidar: no todas las noches se tiene la ocasión de escuchar temas míticos a sus intérpretes originales.
Primero «Mocedades» y luego «Los Panchos», en sus formaciones recompuestas sobre la versión original con la que hicieron historia de la música ambos grupos, fueron atractivo suficiente para llevar junto al escenario de Poniente a muchos de sus incondicionales, en un concierto que hizo volver a la mocedad a todos los presentes. Ayer, Gijón suspiró al ritmo de «Si tú me dices ven», «Eres tú», «Tómame o déjame», «Sobreviviremos», «La otra España».
Con el concierto convocado para las once de la noche, mucho antes de esa hora ya había parejas y grupos de amigos en las inmediaciones del escenario de la Semana Grande para hacerse con los mejores sitios, y es que la ocasión lo merecía. «‘Mocedades’ me ha gustado toda la vida, me recuerdan a mi época de juventud», señalaba la vallisoletana Rosario Soba, que acudió a la cita junto a su esposo y otra pareja. «Mi favorita siempre ha sido ‘Amor de Hombre’ y ‘Si tú me dices ven’ me la sé enterita», añadía la veterana, a la que el grupo comandado por Izaskun Uranga no defraudó con su recital. Su amiga María Galván, casada con el gijonés José Menénedez, aseguraba que se acercaría a las primeras filas para ver a sus ídolos de ‘Mocedades’ de cerca. «Sus temas los bailábamos muchísimo. Íbamos al Acapulco… Qué bien lo pasábamos», rememoraba la seguidora.
Pese a esos cambios sustanciales en el grupo, a todos aquellos que disfrutaron de canciones memorables como «Eres tú», ausencias tan sonadas como la de Amaya Uranga no fueron motivo para dejar de venerar a ‘Mocedades’. El mítico grupo vasco fue el primero en pisar el escenario, donde una Izaskun entregada no tardó en meterse al público en el bolsillo. «Amaya siempre ha sido la voz cantante del grupo», aseguraba Francisca Álvarez, que dice recordar perfectamente la actuación de la banda en Eurovisión. «Yo tendría 15 años cuando empezaron, íbamos a la terraza del Jardín y al Parque Piles, donde bailábamos todos», señalaba Margarita Cotarelo, que fue acompañada al concierto de su amiga Consuelo Campello.
Muchos lamentan la ausencia de los «Panchos» originales, pero el portento de voz de Rafael Basurto, que inundó ayer Poniente de boleros tan memorables como «Rayito de Luna» o «Luna lunera», es indiscutible. Setenta y cuatro años de música fueron ayer recorridos por el que fue componente del grupo entre 1977 y 1992, que compartió escenario ayer con el grupo de Izaskun Uranga.
«Yo no suelo salir por la noche, pero hoy estoy aquí por ver a ‘Los Panchos'», explicaba la gijonesa Pilar Palicio. «Íbamos al Jardín y al Somio Park, y estas canciones se bailaban muy arrimaditos», señalaba Leonor Martínez, que recuerda con cariño cuando acudió al Somió Park a ver a Rafael. Quien sabe si en otra Semana Grande también se le cumpla el sueño de oir al de Linares.