Iruten ari nuzu
kilua gerrian
ardura dudalarik
nigarra begian
Alde nere leiatik
zalduna ba zara
piztukodut argizaria
oinezkoarentzat
Morroia babesten det
nere maitasunez
maizterraren zilarrak
ez naute itsutzen
Estoy hilando
con la rueca en la cintura
como si nada me preocupara
pero con lágrimas en los ojos
Véte de mi ventana
si eres caballero
yo encenderé una vela
para el caminante
Yo protejo al criado
con mi amor
las platas del señor
no me ciegan
Una deuda moral que Mocedades tenía con ellos mismos se materializó a comienzos de 1978 con la grabación de un disco íntegramente en euskera; Kantaldia que traducido al castellano significa Recital. En él se incluyeron temas que ya estaban grabados e incluidos en otros discos, como Goizaldean, Lo kanta, o Santa Yagueda. Una nueva versión del Oi Pello, Pello que habían grabado en el año 70. Con lo cual el disco está compuesto por temas tradicionales vascos, y temas más actuales, con arreglos de Luís Iriondo. De las composiciones nuevas cabe destacar Iruten (La Hilandera), interpretada con su dulzura característica por Izaskum. O Nereherria, tema que abre el disco. En definitiva es un canto a su tierra, sin más pretensiones, ya que se sabía de antemano que las ventas fuera de Euskadi iban a ser escasas, pero aun así, ellos, podían permitirse ese lujo, tenían una fructífera carrera que les respaldaba.
Mocedades habían cantado en Europa y América. Se habían pateado todas las provincias españolas y habían editado sus discos en más de medio mundo, pero residían y residen en Bilbao y presumen de vascos allá donde van. Aún a sabiendas que iba a ser necesariamente minoritario, se empeñan en editar un LP cantado enteramente en euskera. Un LP que conocerá las agujas de los tocadiscos en 1978.
Hasta cierto punto, podría considerarse un disco recopilatorio, ya que seis de los temas habían sido ya publicados en años anteriores. Un disco, que recoge grabaciones de distintos momentos del grupo desde el Oi pello pello de su segundo LP hasta “Santa Yageda” que aparecía en su disco octavo publicado menos de un año antes. Para cerrar el contenido del disco se recurre al “Eres tú” en euskera, que también había sido editado en formato single a finales de 1973.
Puede considerarse una rareza dentro de su amplísima discografía, pero una rareza que nos permite reunir en un solo vinilo buena parte de sus temas en euskera, diseminados por discos anteriores.
Los rumores acerca de los problemas de Mocedades con la discográfica Zafiro eran evidentes, el siguiente año se cumplía el contrato de diez años con la empresa y la continuidad con ellos era incierta. En otoño, se volvió a editar otro disco, Mocedades 10, con Quién te cantará, como tema principal. Este sencillo, con el empuje de la presentación en Mallorca obtuvo una buena acogida. La primera canción del grupo no interpretada por Amaya en su totalidad. Como ocurrió con Mocedades 8, este disco no tuvo ni la repercusión ni la calidad de los anteriores, aun así, contaba con muy buenas composiciones, como es el caso de Gracias amor, la famosa canción mejicana La barca de oro, que fue un éxito en ese país o Todo. Las canciones eran en su totalidad en castellano y se puede decir que este disco gozó de más éxito en Méjico que en España, país al que llevaban ya unos años viajando y dónde contaban ya con una gran popularidad.
Con este LP, Mocedades dan unas ciertas muestras de agotamiento creativo. Claro, eso no impidió que “¿Quién te cantará?”, la canción elegida como estrella del disco, estuviese tres semanas como nº 1 absoluto de ventas en el mes de noviembre y que este mismo tema alcanzase una semana el puesto más alto de Los 40 Principales.
En general, los temas se apartan poco de lo que el grupo nos tiene acostumbrado, aunque se nota una cierta apertura pop en las instrumentaciones y una mayor ligereza vocal en algunos temas como “Bienvenida campesina”, que abre el disco. Por el contrario, otras como “Gracias, amor”, “Todo”, “La barca de oro” o “Poco a poco” siguen apalancadas en la balada más sentimental y edulcorada, fiando todo el desarrollo a una letra romanticona y a la voz prodigiosa de Amaya.
El tema principal al que antes aludía es una canción lenta, impecable, como casi siempre, en su tratamiento coral. Seguramente no merecía honores de gran hit, pero es que todo lo que hacía Mocedades en aquella década de los 70 se convertía automáticamente en disco de oro, en todas las acepciones de esta expresión. En el tema destaca unos arreglos instrumentales algo atrevidos y lejos de lo previsible de otros temas de Mocedades.
Uno de los temas que a la vez es fiel al estilo del grupo y más se aparta de su estilo es “Yo no quiero saber”, un tema acústico cargado de sensibilidad en su letra e interpretación, en esta ocasión encomendada a una voz solista masculina.
Incluso hay un guiño a los viejos temas del folk anglosajón que el grupo practicaba en sus inicios con ese“Danny boy” cantada en español. Escribía más arriba que la creatividad del grupo y su productor no debía andar sobrada. Solo así puede entenderse la regrabación de “Más allá”, que no hacía ninguna falta y no mejora -más bien lo contrario- la versión incluida en “Mocedades 2” (Novola, 1970).