La gira del 45 aniversario de Mocedades en Matamoros permitió conocer -en medio de una amarga experiencia que empañará nuevamente la imagen de esta ciudad en el ámbito internacional- su profesionalismo, pues tras interrumpir su presentación al enterarse que fueron víctimas de fraude por el empresario Marco Antonio Nava, regresaron al foro para cumplir con su público.
MOCEDADES 1
Sus fans sufrieron en fila por negligencia del promotor artístico, pues retrasó media hora la apertura del salón en un hotel al sur de la ciudad. La mayoría eran personas de la tercera edad, algunos con prótesis, en silla de ruedas, o simplemente con el peso de los años encima.
La cita era a las 20:00 horas, el local se abrió a las 20:30 para molestia de muchos espectadores, y a las 21:00, la Rondalla La Romántica de Matamoros cantó tres de sus temas; Luego Vladimir Arreola deleitó con tres de trova.
A las 21:30, Izaskum Uranga (fundadora del grupo Hermanas Uranga en 1968 junto con Amaya e Estibaliz, hoy Mocedades) canta Charango, El Vendedor y Tómame o Déjame”.
El mánager se acerca y le dice algo, la artista pide al público que la disculpen un momento porque al parecer hay un problema afuera, y se pasan al lobby.
Al creer que se trataba de un asunto de seguridad en la calle, de los asistentes, “la crema y nata” de la sociedad, así como personalidades de la política, funcionarios de gobierno, como Mónica González, secretaria de Economía en Tamaulipas, Jesús Roberto Guerra, Tomás Marín González de Sedesol, y otros, llamaban por celular para preguntar la situación afuera.
Tras media hora regresan los artistas con su manejante y un representante del hotel, que destapó la cloaca: pidió una disculpa a los presentes por todos los incidentes y dijo que se debía a una mala organización por parte del empresario Marco Antonio Nava, pues se había retirado sin pagarle al grupo, que no había nadie de sus colaboradores y que habían estafado a Mocedades.
Dijo que el hotel era ajeno a los hechos pero no obstante, pedía la comprensión del público para los artistas, ya que eran afectados.
El mánager también se disculpó por todo lo sucedido, pues comprende que fueron a disfrutar de una noche inolvidable y no se les atendía como desearían, dejó claro que por la conducta de una mala persona “no se merece que se ensucie así el nombre de Matamoros, ni del hotel, que no tiene culpa de nada, ni de los artistas y menos de ustedes, fue el empresario, un tal Marco Antonio Nava, que no nos ha pagado”.
La concurrencia comenzó a corear “que pague, que pague”, pues habían pagado 400 pesos de entrada general y 750 VIP.
El grupo comenzó en octubre un recorrido por el mundo para compartir su música, que desde 1969 se ha convertido en el ícono de la comunidad española.
Y para refrendar su amor por México, su entrega al público y su don de gentes, deciden que siga el show “porque en Matamoros hay más gente buena, ustedes vinieron a disfrutar la velada y vamos a seguirle”, no sin reprochar al causante: “pero nosotros de esto vivimos, de aquí comen nuestras familias”, y los asistentes ovacionándolos de pie, pues honor, a quien honor merece.
Sin dejar que el coraje o la frustración por el fraude ofuscaran su talento, una tras otra sus canciones fluyeron, desde Secretaria, Dónde Estás Corazón, Amor de Hombre, Le Llamaban Loca, La Otra España y cerrando con su legendaria “Eres Tú”.
A manera de solidaridad con su pesar, los fans aplaudían a rabiar, y no pidieron la clásica “otra, otra, otra”… (PM)