El único mozo de Mocedades se llama José Miguel González, nació en Valdepiélago y es también el mánager de esta más que veterana formación musical española. Un ‘fichaje’ vocal «que iba a ser provisional pero que lleva camino de convertirse en definitivo». González cuenta al Diario que afronta con «ilusión y orgullo» el concierto que el grupo ofrecerá, junto a la Orquesta Sinfónica Ciudad de León-Odón Alonso, la próxima semana, el día 7, en el Auditorio (20.30 horas, con entradas desde 30 euros en Navarro Óptico de la avenida Ordoño II). «Hemos cantado en muchos países, pero el concierto de mi tierra va a ser el más emotivo», dice.
González, de 30 años de edad, no sólo es el mánager de Mocedades: también representa a otros artistas cuya mera pronunciación hace saltar todo un abanico de resonancias sonoras y sentimentales en la mente de varias generaciones: Los Panchos, Alberto Cortez, Francisco, Tamara, Chiquetete… «y no más porque entonces necesitaría siete vidas», bromea.
José Miguel González ha abierto oficinas en Madrid y León pero un día no tan lejano era un chaval que combinaba sus estudios de Derecho con una muy honda pasión por la música: estudió canto en el Conservatorio y tocaba trombón y otros instrumentos de viento. «Mi afinidad era sentimental, no comercial. Pero después, hace ya once años, fundé una agencia de espectáculos con la que organizábamos montajes de escenarios, actuaciones de orquestas, espectáculos para ayuntamientos… actividad seguimos manteniendo», recuerda. Luego surgió la posibilidad de representar a artistas, Los Panchos y Francisco en concreto, y no lo dudó. ¿Y los demás? «Como dicen en México, un lugar que frecuentamos mucho, ‘las personas están en el camino de las personas’, y si no lo haces mal, pues unos a otros hablan de ti y se te va conociendo. Yo lo intento hacer lo mejor que puedo y con la mayor de las cautelas dado lo complicado que es este mundo», reflexiona.
Un plantel de artistas del que habla con veneración. «La verdad es que tienen muchísima aceptación en España y América, continente que hemos recorrido casi entero, de la Patagonia a Canadá». «Son auténticos iconos —expresa—. A Cortez le entregaron hace poco la Medalla de Oro de las Bellas Artes, Mocedades recibió en Las Vegas el Grammy Latino a la Excelencia Musical y qué decir de Rafael Basurto, de Los Panchos, una auténtica referencia mundial».
La fama de estos artistas puede llegar a extremos insospechados. «En Las Vegas, por ejemplo, les dieron al Premio al Máximo Orgullo Hispano e instituyeron el 22 de mayo como Día de Mocedades en el Estado de Nevada», cuenta. Y alude a que también han impreso sus huellas en varios ‘paseos de las estrellas’ junto a las de artistas como Serrat, Bisbal o Perales. México, Chile, Estados Unidos, Ecuador… «Es increíble haber dado un concierto ante 5.000 personas en Houston, en una escenario giratorio, o llegar a un hotel y que te estén esperando seguidores de todas las edades», prosigue.
Gran embajador y casi «activista» de León en ambos hemisferios, intenta que muchos de los —necesarios— ensayos con Mocedades tengan lugar en León, además de en Bilbao, epicentro del quinteto fundado por los hermanos Uranga y que ha llegado ya a los 47 años de vida, pero también convirtió la ciudad, durante muchos meses, en cuartel general de Los Panchos. «Cuando se produjo una baja en Mocedades, entré yo provisionalmente porque tenían miedo de dar cabida a alguien ajeno al grupo», repasa. La cosa cuajó y, de momento, continúa.
«Es un grupo cuyas canciones forman, en gran medida, la banda sonora de nuestra vida. Hace poco le decía a Jacobo Calderón, hijo de Juan Carlos, autor de Eres tú, Tómame o La otra España: ‘Los temas de tu padre son de dominio público’». Pero también reivindica la compañía, el próximo día 7 de abril, de la orquesta Odón Alonso: «Por desgracia se la ve muy poco en León, así que queremos contribuir a que los ciudadanos disfruten más de ella».