Y en un invierno triste
casi al anochecer,
el escenario, soledad,
sin casi nada que perder
sin nada que ganar,
que soñar,
que querer,
suena la última canción
y con su viejo saxo
vuelve a llorar.
¡Cómo le duele aquel amor!
Que no pare la función,
seca tus lagrimas.
¡Música, por favor!
Y de repente despertar,
volver a comenzar,
el publico te espera.
Su corazón se iluminó,
la noche amaneció
lloviendo primaveras.
Entre sus manos una nueva canción
que suene siempre y que se acabe el dolor.
Que no pare la función,
seca tus lagrimas.
¡Música, por favor!
Y de repente despertar,
volver a comenzar,
el publico te espera,
Su corazón se iluminó,
la noche amaneció
lloviendo primaveras.
Entre sus manos una nueva canción
que suene siempre y que se calle el dolor.
Y de repente despertar,
volver a comenzar,
el publico te espera,
Su corazón se iluminó,
la noche amaneció
lloviendo primaveras.
Entre sus manos una nueva canción
que suene siempre y que se calle el dolor.