¿Sabes?
Te olvidaste una canción en el camino,
fue la última, te la robó el destino.
Pero yo la hallé, nadie la cantó,
te la envío.
¿Sabes?
Esa voz, ese cantar tan levantino,
ese olor a mar, a sol, arena y pino.
Estés donde estés,
ahí te va mi voz,
canta conmigo.
Dicen
que fuiste a cantarle a las estrellas,
dejaste niebla en nuestro corazón.
Te llevaste tus canciones,
tus ‘te quieros’, libre como el viento.
Dicen
que de aquí a la eternidad hay un latido,
a la inmortalidad sólo tu voz,
tus ‘américas’, tus besos y esa flor,
y esas cartas amarillas.
¿Sabes?
Del primer peldaño al fin de la escalera
peleaste gota a gota, pena a pena,
sólo con tu voz y tu corazón
de poeta.
¿Sabes?
Tu cantar nunca ha quedado en el olvido.
Se fue a América, hizo escuela y mil amigos.
Estés donde estés,
ahí te va mi voz,
canta conmigo.
Dicen
que fuiste a cantarle a las estrellas,
dejaste niebla en nuestro corazón.
Te llevaste tus canciones,
tus ‘te quieros’, libre como el viento.
Dicen
que de aquí a la eternidad hay un latido,
a la inmortalidad sólo tu voz,
tus ‘américas’, tus besos y esa flor,
y esas cartas amarillas.
¿Sabes?
Gracias por venir a mi destino
y gracias por cantar como uno más
de los que no te conocimos.
¿Sabes?
Si del cero al infinito es el destino,
ser un mito en el camino es muy distinto.
Es por eso que
siempre te admiré,
canta conmigo.
Dicen
que Nino fue a cantarle a las estrellas
dejando huella en nuestro corazón.
Se nos fue con sus canciones,
sus ‘te quieros’, libre como el viento.
Dicen
que de aquí a la eternidad es un latido,
a la inmortalidad sólo su voz,
sus ‘américas’, sus besos y esa flor
y esas cartas amarillas.
Dicen…